Pettinellis - Pettinellis
Pettinellis (el último momento de lucidez creativa de Álvaro Henríquez a juicio de este barza), se vuelve a juntar este fin de semana por la Yein Fonda, a 5 años del fin de su corta vida. Una maravilla, aunque harto cara la maravilla (10 lucas). En honor a esto, quisiera divagar un poquito al respecto.
En “Pettinellis” (2002), el niño genio-mimado-cuico-negociador por excelencia del rock chileno da rienda suelta (de manera mucho más explícita que en Los Tres) a sus influencias sesenteras- setenteras, sintetizando en un mismo disco el romanticismo llorón de Los Ángeles Negros con la distorsión de Jimi Hendrix.
Si bien es el alma y cabeza de Henríquez la que en un 95% está detrás de este proyecto, es el sonido del órgano farfisa del gran Camilo Salinas el que da EL sello característico a este disco, el que lo hace adictivo, único y muy diferenciado de Los Tres. Las atmósferas entre lúgubres y alegres como de bar de mala muerte de barrio viejo (onda Quinta Normal o el sector de los Cementerios) se respiran en la cebolla “Hospital” o en “Niña (no se va a saber)”, con guiño a Foxy Lady incluido. A su vez, el tridente de cuecas tristes “El Desquite”, “Cuando una madre llora” y “Fidel” suenan infinitamente superiores a cualquier cueca interpretada previamente por Henríquez, se nota que aquí sí que se apropia del estilo, alejándose de las cuecas choras de Roberto Parra que Los Tres suelen interpretar. Y los créditos de esta genuinidad, una vez más, Henríquez debe compartirlos con el hijo del fundador de Inti- Illimani.
Es difícil reconocer como un hombre tan alejado de la clase popular chilena como Henríquez puede interpretar tan bien la “música del pueblo”, captar tan bien los sonidos del folclor más “chorizo” y arraigado de este país y no sólo interpretarlos, sino que hacerlos suyos y traducirlos en clave rock. Nos guste o no, Álvaro Henríquez una vez más dicta cátedra de versatilidad en este disco.
Ojalá que sigan tocando. Más baratito.
En “Pettinellis” (2002), el niño genio-mimado-cuico-negociador por excelencia del rock chileno da rienda suelta (de manera mucho más explícita que en Los Tres) a sus influencias sesenteras- setenteras, sintetizando en un mismo disco el romanticismo llorón de Los Ángeles Negros con la distorsión de Jimi Hendrix.
Si bien es el alma y cabeza de Henríquez la que en un 95% está detrás de este proyecto, es el sonido del órgano farfisa del gran Camilo Salinas el que da EL sello característico a este disco, el que lo hace adictivo, único y muy diferenciado de Los Tres. Las atmósferas entre lúgubres y alegres como de bar de mala muerte de barrio viejo (onda Quinta Normal o el sector de los Cementerios) se respiran en la cebolla “Hospital” o en “Niña (no se va a saber)”, con guiño a Foxy Lady incluido. A su vez, el tridente de cuecas tristes “El Desquite”, “Cuando una madre llora” y “Fidel” suenan infinitamente superiores a cualquier cueca interpretada previamente por Henríquez, se nota que aquí sí que se apropia del estilo, alejándose de las cuecas choras de Roberto Parra que Los Tres suelen interpretar. Y los créditos de esta genuinidad, una vez más, Henríquez debe compartirlos con el hijo del fundador de Inti- Illimani.
Es difícil reconocer como un hombre tan alejado de la clase popular chilena como Henríquez puede interpretar tan bien la “música del pueblo”, captar tan bien los sonidos del folclor más “chorizo” y arraigado de este país y no sólo interpretarlos, sino que hacerlos suyos y traducirlos en clave rock. Nos guste o no, Álvaro Henríquez una vez más dicta cátedra de versatilidad en este disco.
Ojalá que sigan tocando. Más baratito.
Pettinellis
Pettinellis
2002
Warner Music
1. Hospital
2. Niña (No Se Va A Saber)
3. Un Hombre Muerto En El Ring
4. A Go-Go
5. Asesino Bendito
6. Anparax
7. El Desquite
8. Cuando Una Madre Llora
9. Fidel
10. Vas A Ver
11. No Hables Tanto
12. Ch Bah Puta La Güeá
13. Himno Internacional Del Liguria
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Muchas gracias por el disco. Un saludo desde Quito-Ecuador.
Hace muy poco, en noviembre 2022, salio pettinellis, funciona mas como lados b de la banda, saludos
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